LIBROS -

martes, 5 de abril de 2011

TRES ALMAS, UN HOMBRE

Tres almas forman un alma; primero, a saber,


El alma de cada una y de todas las partes corporales


Ubicadas allí dentro trabajan – es el Hacedor;


Tiene la tierra para su uso; allí abajo termina el hombre,


Pero, dirigiéndose hacia arriba para ser guiado,


Crece en lo interno y nuevamente crece dentro de él


La otra alma, que ubicada en el cerebro


Utiliza a la primera, con sus experiencias,


Y siente, piensa y quiere – es el Conocedor;


Quien también a su vez dirigiéndose hacia arriba


Crece internamente; de nuevo se desarrolla en él


La última alma, quien utiliza a las dos primeras,


Subsistiendo aunque ellas la ayuden o no,


Y constituye el yo del hombre – es el Ser;


Y se apoya sobre aquél, lo utiliza


Como lo utilizó al primero, y dirigiéndose arriba


Se sostiene y es sostenido por Dios; el hombre


Se eleva en el temible punto de intercambio,


Y no necesita un lugar porque retorna a Él.


El Hacedor, el Conocedor, el Ser; tres almas, un hombre.


(Traducción libre del poema “Una Muerte en


el Desierto”, de Robert Browning).